sábado, 22 de octubre de 2011

Higaditos de pollo

Es un plato muy rico y fácil de preparar, aunque no a todo el mundo le gusta, está claro que para gustos se pintan colores, ¿no?..

El primer paso es, como no podía ser de otro modo, lavar bien los higaditos (en realidad son higaditos y corazones de pollo), retiramos todos los posibles restos de fibras y grasas, además de escurrirlos bien. La recomendación es que lo compremos en una pollería de confianza.


Mientras escurren bien, preparamos un adobo en el mortero a base de ajo, perejil fresco, sal y aceite de oliva con el que vamos a impregnar los higaditos.

Impregnamos bien los higaditos con el adobo y los dejamos reposar para que se impregnen del mismo y de sus sabores.

Picamos bien 2 cebollas medianas o una grande mientras reposan y las ponemos a pochar en aceite de oliva cuidando que no se nos pase ni se nos tueste.

Pochada la cebolla subimos un poco el fuego y añadimos los higaditos al sofrito hasta dorarlos.

Dorados los higaditos, vertemos un vaso generoso de vino tinto y dejamos cocer poco a poco hasta que reduzca; una vez reducido, ya estarán listos para servir.

Hay que tener en cuenta que cuanto más tinto sea el vino, más oscuros nos van a quedar, por aquello del aspecto más que nada. A saborearlos...

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