jueves, 27 de junio de 2013

Tarta de queso


Un postre muy rico y muy natural, que hoy, vamos a hacer dos variantes, muy pequeñas las diferencias, pero que dan como resultado dos sabores distintos.


Empezamos preparando la base de la tarta, para lo que vamos a coger 25 galletas María y las vamos a machacar bien machacadas hasta que parezcan harina de galleta. Luego, cogemos unos 150 gramos de mantequilla y la calentamos un pelín para que se ablande y poder mezclarla con las galletas trituradas para acabar haciendo una masa uniforme.



Esta masa la vamos a repartir en la base del molde desmontable más o menos por un igual y una vez distribuida la pasamos al horno, a 185º entre 10/15 minutos para acabar de hacer la base bien horneada.


Mientras se nos va haciendo la base, seguimos con el resto de ingredientes, el cuerpo de la tarta, para lo que vamos a batir tres huevos XL o cuatro normalitos, bien batidos con la varilla, una vez batidos, añadimos tres yogures naturales habiendo escurrido el suero, seguimos mezclando con la varilla...


A continuación añadimos tres cucharadas soperas de harina sin dejar de mezclar para que no se nos hagan grumos y una vez mezclado, añadiremos siete cucharadas también soperas de azúcar, que también seguiremos mezclando...


Una vez mezclado, ojo con la base que no se os pase!!, la retiramos y la ponemos a enfriar. Añadimos a la mezcla entre 250/300 gramos de queso cremoso para untar, del tipo Philadelphia, y aquí nos debemos de esmerar algo más con la varilla y mezclar bien y con ganas hasta que no haya grumos.., una mezcla homogénea y fina..


A partir de aquí, vertemos la mezcla en el molde con la base horneada y la metemos al horno a unos 180º unos 45 minutos de cocción, para lo que no la pondremos muy alta para que no se nos tueste por arriba, ya que esta tarta la vamos a cubrir con mermelada, si no la quisiéramos cubrir, entonces si, para que se nos dore por arriba. Por cierto, el molde no es necesario untarlo con mantequilla ni nada de eso, no se nos va a pegar... ella sola se despegará seguramente de los bordes.

A la mezcla, si queremos que se nos quede con un toque fresco y nada empalagoso, le sienta bien la ralladura de medio limón y unas gotas de su zumo recién exprimido, yo la he hecho de las dos formas, y me gusta más con el limón, esta variante es a gusto del consumidor...


Cuando se nos haya horneado y enfriado, pasamos a cubrirla y/o decorarla por encima, la típica y la que solemos ver y hacer todos es cubrirla con mermelada de fresa y si ya queremos rematarla bien, la podemos decorar con unas frambuesas y unos arándanos bien repartidos sobre la mermelada.



Otra opción, es recurrir a la mermelada de melocotón para cubrirla, en este caso siempre os recomiendo usar la opción de la ralladura de limón y el zumo, para acabar decorando con unos orejones, pasas moscatel y alguna cereza como en este caso...

Como podéis comprobar es muy sencilla de hacer, y también comprobaréis que está buenííííísima.., en cualquiera de sus variantes... Ea!! a disfrutar..

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