Vamos a preparar unas sardinitas en escabeche, muy, muy frescas..., están más buenas si las consumimos en un par de días...
Un tamaño medio sería el idóneo, ni pequeñas tipo "parrocha" o "xoubiña", ni grandes como las que usamos para asar por San Juan (buenísimas por cierto, y con pan de maíz más...)
Retiramos las cabezas, tripa y lavamos bien las sardinas, dejándolas a escurrir bien el agua que puedan soltar., Fresquísimas como podemos ver aún después de manipularlas...
Vamos pelando cuatro o cinco dientes de ajo para luego en su momento laminarlos, no hacerlo mucho antes para que no se sequen mi oxiden antes de confitarlos.., tenemos a mano laurel, pimentón dulce, aceite de oliva Virgen Extra, sal y vinagre. Preparados!!!
Laminamos los dientes de ajo, lavamos y secamos el laurel (de mi arbolitooo...) y a freir las sardinas...
Salamos y enharinamos las sardinas y las vamos friendo con el aceite bien caliente. Según las vamos retirando del fuego, las vamos colocando en el recipiente definitivo bien colocadas "al tresbolillo" para no moverlas ya...
Al mismo tiempo vamos confitando los ajos laminados en aceite de oliva Virgen Extra, una vez dorados ligeramente, incorporamos las hojas del laurel...
Después dejamos que baje un poco la temperatura del aceite y añadimos dos cucharillas de pimentón dulce removiendo para sutotal disolución, 1/2 vaso o 3/4 de vinagre según la cantidad de sardinas, un vaso de agua generoso para que la mezcla nos llegue a cubrir todo y llevamos a ebullición...
Dejamos enfriar un poco y lo vertemos todo bien mezclado sobre las sardinas, acomodando todo lo mejor posible de manera uniforme en el recipiente. A partir de aquí, dejar pasar al menos un día, si no dos antes de consumirlas en frío..., listas para su disfrute...
Solo por la pinta estoy salivando a tope.
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