Una sopita de ajo siempre es muy socorrida, se hace enseguida y además está buenísima...
Laminamos unos dientes de ajo y los confitamos en aceite de oliva (hacerlo muy lento para que suelten el sabor al aceite)
Una vez dorados los ajos, añadimos unos taquitos de jamón menudos y pan duro cortado en trozos no muy grandes, rehogamos todo hasta que se tueste el pan sin quemarlo y se impregne de los sabores.
Cubrimos de agua y añadimos 1/2 chorizo muy picado poniendo a hervir el conjunto.
Una vez cocido, vamos añadiendo sin dejar de remover un huevo previamente batido, de tal modo que va haciendo como un hilo al cocerse..., comprobamos el punto de sal y listo... a entrar en calor!!
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