Un plato contundente, tradicional y que dada su forma más típica de disfrutarlo, favorecía y favorece sentar a la familia o amigos a la mesa, degustarlas, y mantener una buena y agradable conversación, ¿por qué?, pues por que de toda la vida se han comido al centro de la mesa, al igual que una buena paella valenciana, todos picando a un tiempo en el mismo recipiente, compartiendo, lo que cada vez se hace menos.
Empezamos antes de nada cortando y preparando el pan, en este caso, una barra campera del día anterior, a la que vamos a cortar en finas rodajas.
Las colocamos en una fuente honda por capas según las salpicamos con unas gotas de agua en la que habremos disuelto una pizca de sal, ayudándonos de un colador de malla muy fina para obtener un efecto "lluvia" y salpicarlas por igual. Una vez humedecidas todas, las tapamos con un paño limpio durante unas tres horas para que se humedezcan uniformemente.
Pasadas esas horas, continuamos con la preparación del resto de los ingredientes y vamos picando panceta, dos chorizos, tres o cuatro dientes de ajo en cuarterones y jamón en tacos menudos. Para ello, picamos los chorizos en rodajas y la panceta en tacos que no nos queden grandes.
Una vez tengamos todo preparado, ponemos tres o cuatro mm de AOVE en el fondo de la sartén y doramos juntos la panceta y el chorizo.
Dorados los chorizos y panceta los retiramos y reservamos sin dejar que se nos pasen.
Acto seguido, picamos un pimiento pintoncito o medio verde y medio rojo, y cortamos los ajos en cuarterones poniéndolos a dorar en el mismo aceite de antes.
Dorados los ajos y pimiento, retiramos y reservamos también, añadiendo entonces en el mismo aceite restante el pan, moviendo una y otra vez para que se desmigue, se suelte y empape de todos los sabores que nos han dejado los ingredientes anteriores.
Ya bien desmigado y empapado, añadimos de nuevo todos los ingredientes que habíamos reservado y seguimos mezclándolos bien una y otra vez, sin dejar de moverlos.
Por último y casi hechas, añadimos el jamón en tacos sin dejar de mezclarlo.
Ya hechas y bien sueltecitas, dejamos reposar unos minutos para que cojan un pelín de "costra".
Es un plato fuerte, contundente, al que además le hemos puesto cantidad de ingredientes, por tanto, si algo se quiere preparar para no tenerlas solas en la mesa, como mucho una buen y fresca ensalada, y claro está, un buen vino tinto para ayudar a bajarlas...
A ver si os gustan.
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